Las razones son tres. La primera es que los altos precios de los pasajes, tanto los normales como los de los piratas, la inseguridad en el país y la alta inflación que apenas permitió a muchos comer o vestirse, obligó a la gran mayoría a quedarse en sus hogares.
El otro aspecto es la falta de unidades de transporte. Pocas y limitadas por la falta de repuestos, con más de 50 % de la flota de autobuses paradas y los que están funcionando con muchas probabilidades de quedar accidentados en carreteras peligrosas, cobijadas por la noche para la acción hamponil. Este año los terminales lucen solos y no hay reportes de habilitación de unidades, por la escasa demanda de pasajes.
Finalmente, todas las proyecciones serias, dan señales de un "cataclismo" político, económico y social empezando el 2015, debido a los efectos de la crisis económica "socialista". Mucha gente ha preferido quedarse en su casa, antes que un conflicto imprevisto, les toma fuera de su hogar.
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