El precio del petróleo sigue su rumbo a la baja y las operaciones de producción con la fracturación hidráulica se vuelven menos rentables
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Luego de las sanciones petroleras contra Venezuela e Irán, el precio
del petróleo no tuvo subidas importantes en los últimos meses. La tensión vivida en el país sudamericano,
luego que el presidente Donald Trump prohibiera la venta de petróleo de Pdvsa a
EEUU, ha sido superada por el mercado.
Desde 2008 se desarrolla una tendencia bajista del precio del petróleo, la cual apunta a que el precio vuelva a retroceder hasta 48 dólares a finales de 2019 |
El petróleo subía de 45 a 52 dólares en caso del WTI, en enero, luego
que Trump sancionara a la estatal venezolana. Los cuatro meses siguientes de tensión política, en que el tema de una
intervención militar extranjera marcaba la pauta, el crudo subió hasta un
máximo de 67 dólares.
Llegado el mes de mayo y en vista de que el régimen de Nicolás Maduro
no cayó, la oposición venezolana estuvo reunida en Noruega en negociaciones
para buscar una salida política. El fracaso
de los “halcones” norteamericanos para expulsar a Maduro devolvió la
tranquilidad a los mercados y el precio volvió a desplomarse hasta 52 dólares.
Los dos recientes eventos de importancia, la decisión de la Reserva
Federal de mantener las tasas de interés bajas y la tensión en el Golfo
Pérsico, luego que Irán destruyera un drone norteamericano, hicieron que el
precio rebotara hasta 57,43 dólares.
Tendencia bajista
En el largo plazo, el precio del petróleo se encuentra en una
tendencia bajista, que inició en junio de 2008 cuando se llegó a 140 dólares y desde
entonces el precio no ha dejado de caer, aunque ha habido recuperaciones de
oportunidad, la caída sigue su curso.
La principal razone es la
altísima producción petrolera de Rusia, Arabia Saudita y Estados Unidos. Las
políticas de desregulación energético de Trump han hecho que el sector esté
creciendo. En el caso norteamericano, el apalancamiento de las empresas
independiente sigue en alza, sobre la base del endeudamiento continúa la
producción petrolera con la fracturación hidráulica.
Gracias las bajas tasas de
interés de la FED, los productores independientes de EEUU, pueden mantener el
bombeo, sobre la base de la deuda, cuya burbuja ya está sobre los 200 mil
millones de dólares.
La guerra de aranceles en el
mundo, planteada por Trump, es un factor también perturbador, que agrega más
riesgo de recesión a la que ya existe.
Solución obligada
Venezuela ha perdido protagonismo en la industria petrolera mundial,
su casi total salida del mercado no ha incidido en los precios con fuerza,
además el petróleo extrapesado es más costoso y no se procesa en todas las
refinerías del mundo.
La caída de precios del
petróleo es un factor clave en la crisis venezolana, ya que los productores
independientes norteamericanos perderán capacidad de mantener sus operaciones
si el crudo cae a la zona de 48 dólares como se espera para finales de 2019.
Eso obliga al gobierno norteamericano a buscar una salida próxima a la
crisis venezolana y establecer acuerdos
de explotación con el gobierno que se legitime en Venezuela en unas probables
elecciones.
Los norteamericanos no podrán seguir sosteniendo la producción de la
fracturación hidráulica si en la medida en que los precios caen, la
rentabilidad se desploma, lo que los obliga a buscar mecanismos de negociación
para retomar actividades en la Faja Petrolera del Orinoco, como fuente segura,
así como en el bloque Straboek, en el mar territorial de Venezuela, en disputa
con Guyana.
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