Atrás quedan los días en que el asesor de seguridad John Bolton, fanfarroneaba con el uso de la fuerza militar
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
El acuerdo EEUU-Rusia, para imponer los cambios en Venezuela, sigue su
rumbo inexorable. Por una parte los rusos se están retirando lentamente, Maduro
ha perdido el apoyo financiero de ese país, la banca privada que pudo haber
colaborado con Pdvsa para abrir cuentas, decidió no hacerlo para evitar las
sanciones norteamericanas.
El retiro del respaldo militar,
por la falta de pago a las contratistas del sector, así como la disminución de
la relación mercantilista, son muestras claras de que Rusia sólo hace énfasis
en un sector, en el de los hidrocarburos, recientemente Rosneft reafirmó su
presencia en dos bloques de explotación de gas, sólo para exportación.
Por otro lado, el presidente
norteamericano Donald Trump, ha dejado a un lado el tema de Venezuela, luego
que la campaña de relaciones públicas, que incluía una supuesta amenaza de “intervención
militar”, con la frase “todas las opciones están sobre la mesa”, ha sido un
fracaso, los norteamericanos, podrían haber subestimado al chavismo/madurismo.
Mientras más hundida está la sociedad venezolana, más difícil le será a esta resistir a cambios dirigidos desde factores exógenos.
Aunque se pensara de tal manera, no es menos cierto que para los fines
de EEUU y Rusia, al contrario, todo lo que está sucediendo en Venezuela se
alinea con sus objetivos y es controlar la reserva petrolera más grande del
mundo.
Las élites políticas están sometidas, por un lado, el chavismo/madurismo, con pocas opciones
de maniobra, sancionados, acusados de crímenes de lesa humanidad y de
narcotraficantes, no tienen otra opción que aceptar el tutelaje de Vladimir
Putin para su negociación con Donald Trump.
Por otra parte, la oposición
venezolana, perseguida, encarcelada, asesinada y sin poder de fuego, tiene que
aferrarse a su apoyo internacional, el cual le costó mucho forjarlo. Las decisiones
entonces quedan en manos de las naciones poderosas involucradas en la crisis.
Las élites políticas están sometidas
El presidente Donald Trump ha dejado de mencionar la crisis
venezolana, en la misma medida que Rusia se retira, también ha dejado de mencionarla
en Twitter, según un análisis en el Washington Post. El acuerdo empuja a una
salida electoral, acordada y negociada.
Atrás quedan los días en que el
asesor de seguridad John Bolton, fanfarroneaba con el uso de la fuerza militar,
una campaña que sectores de la oposición, que se enfrentan contra los partidos
políticos en Venezuela, utilizaron para desprestigiar y señalar de traidores a
los dirigentes políticos que decían no aprobar el uso de fuerzas militares, que
en realidad nunca estuvieron previstas.
EQUIVOCADOS |
El mismo sector que lanzó matrices de opinión contra la dirigencia
política venezolana, intentó también promover que Trump había fracasado con
Venezuela. Al contrario, en los objetivos del acuerdo EEUU-Rusia, lo que hasta
ahora ha ocurrido ha sido una victoria, mientras más hundida está la sociedad
venezolana, más difícil le será a esta resistir a cambios dirigidos desde
factores exógenos.
|
0 comentarios:
Publicar un comentario
Muchísimas gracias por dejar sus comentarios