Los trabajadores públicos, que son la mayoría de los empleados en el país, buscan alternativas para complementar los escasos ingresos que tienen
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
El pasado mes de noviembre, de 2018, Nicolás Maduro se reunía con
sectores empresariales de Venezuela en el Círculo Militar, se trataba de una
reunión en la que se exigió a los presentes despojarse de celulares para evitar
la grabación de lo que allí se dijo. Maduro daba un giro sorpresivo.
Rubros que estaban desaparecidos de los autromercados en Venezuela, han vuelto a precios que no todos pueden pagar |
En ese cónclave, reconoció el
fracaso de la reconversión monetaria y su plan de rescate económico. Sin
más, Maduro debió admitir que no había otra salida que la de liberar el uso de
las divisas en Venezuela, liberar los precios, las importaciones y dar paso a
lo que ya era insostenible para el Estado, ser el actor principal de la
economía.
Así se ha entrado en una especie de transición económica, que por la
falta de confianza, la nula inversión en Venezuela y ahora con el peso de las
sanciones contra el Banco Central de Venezuela (BCV), Pdvsa y otros entes, la hostilidad del desempeño económico se
hace muy difícil para la población común.
Los anaqueles se llenan
La liberación del dólar en
Venezuela, que se soporta en el hecho de que ya los venezolanos no son
arrestados, o sancionados por usar divisas en sus operaciones, comienza a
producir algunos cambios, estos son todavía muy leves, pero son cambios al fin.
A ello su suma lo que el Seniat
viene preparando, que es la normativa de pechar los impuestos en divisas,
con lo que los empresarios quedarán habilitados de manera formal a vender los
rubros en Venezuela, denominados o indexados a una divisas determinada. Sudeban
también trabaja para la adaptación de la banca y los sistemas de pago a este
nuevo sistema.
Se comienza a ver como los
anaqueles de los comercios en el país se van llenando, aunque los precios
de los rubros reflejan la devaluación del bolívar, la escasez de bienes y
servicios se reduce, en la medida en que las personas no pueden comprar, porque
a la mayoría no les alcanzan los salarios.
Pero también hay empresas que comienzan a arriesgar parte de sus
capitales en el marco de lo que pudiera considerarse es un nuevo acuerdo cerrado
el año pasado.
El régimen de Nicolás Maduro presiona para que los trabajadores públicos salgan de sus cargos
La población que más sufre esta situación es la que depende del sector
público. El régimen madurista está atrapado con los bolívares, la alta emisión
de dinero que todavía mantiene sigue siendo combustible para la inflación, lo
mismo con las pérdidas que arrastra Pdvsa con la venta de gasolina a precios
negativos, cuyas pérdidas terminan monetizadas por el BCV.
Buscando resolver
Carmela Hidalgo es enfermera, comenta que con su salario no puede
comprar nada, es trabajadora de un centro de salud público, “me ha tocado en las tardes, buscar
pacientes para atenderlos de manera privada, y he podido ganar entre 5 y 10
dólares al día con los que les doy asistencia privada”.
Tenía años sin ver esto en Venezuela. Parece algo normal en cualquier país pero yo no veía esto como desde hace 5 años. Normalmente la Harina Pan nunca llega a los anaqueles, se vende muy rápido o la revenden. pic.twitter.com/iqVaABCUBy— Humberto Montenegro (@hjmontene) 31 de mayo de 2019
Hay empresas que comienzan a mejorar los salarios a sus trabajadores,
sobre todo las más grandes, hasta 100 dólares mensuales, por supuesto, para
lograrlo, los precios de los rubros que fabrican se han disparado al alza, una
situación que se mantendrá hasta que el resto se incorpore.
Maduro ha implementado una
medida atroz de austeridad en bolívares, al restringir el crédito en Venezuela
por aplicar una medida de encaje legal de 100% al sector bancario. El
régimen decidió esto porque las gavetas crediticias de los bancos no estaban
cumpliendo su función, según fuentes del sector, los créditos agrícolas se
usaban para comprar divisas, y no para producir en el campo.
Al aplicar la medida de encaje legal, restó capacidad de compra de
divisas por la vía del endeudamiento a actores del mercado, lo que ha permitido
frenar la fuerte subida del dólar que venía desarrollándose. Sin esta medida,
actualmente un dólar podría haber estado en unos 50 mil bolívares.
Golpe al sector público
El sector público es el que más trabajadores tiene, mientras el sector
privado todavía es débil y en el marco de la crisis política actual y la crisis
económica que todavía permanece, recuperarse todavía se llevará un buen tiempo.
Nuevos precios de la Harina Pan pic.twitter.com/McSg91OjTM— Notivargas (@Notivargas) 25 de mayo de 2019
El régimen de Nicolás Maduro presiona para que los trabajadores
públicos salgan de sus cargos. Aunque se
estima que al menos desde hace dos años 35% de la nómina pública ya se ha
retirado, todavía es muy grande.
En Pdvsa hay una ola de despidos en estos momentos, la crisis política
se ha convertido en una excusa más, trabajadores petroleros en la planta de
Jose, Anzoátegui, que han sido identificados en las marchas en favor de Juan
Guaidó, han sido despedidos, acusados de traidores. Otros que han salido a probar
suerte fuera del país y han querido regresar, han encontrado sus cargos
cancelados.
MÁS DESIGUALDAD |
El régimen de Maduro trata de sostenerse en medio de la peor crisis
política, social y económica que le ha tocado enfrentar desde 2013, sin embargo
trata de resistir aplicando medidas reformistas que llegan muy tarde y que por
su impacto han servido para profundizar la pobreza y la desigualdad social,
mientras hay un enorme número de venezolanos que no pueden costear la canasta
alimentaria, hay grupos reducidos que abiertamente muestran sus fortunas.
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