En el marco del acuerdo Putin-Trump, se desarrolla una ruta para culminar con la realización de elecciones en Venezuela
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Los momentos cumbres del acuerdo Trump-Putin, para una solución a la
crisis de Venezuela, se acercan. El evento
que permitió poner en libertad al dirigente político Leopoldo López, producido
el pasado 30 de abril, ha permitido que el candidato presidencial de Trump ya
esté en la calle.
El propio Leopoldo López dijo al día siguiente, que mantiene contactos con generales que lo
apoyan y que Venezuela tiene que tener una solución por la vía electoral. Con
elecciones libres.
Actualmente existen diferencias dentro de las facciones de oposición,
por el tema electoral. La abstención se ha impuesto como una manera de hacer
política. Uno de los problemas es que se cuestiona al Consejo Nacional
Electoral (CNE), por no ser imparcial.
El CNE da ventaja al PSUV con
la designación de los miembros de mesas, que son los que llevan a cabo las
operaciones de fraude.
Para dar paso a un proceso electoral que podría darse entre diciembre
de este año y febrero de 2020, la oposición necesita mostrarle a la población
que se ha cambiado al CNE.
Ante los ojos del régimen madurista esto no puede ser posible, puesto
que el ente que puede designar un nuevo CNE es la Asamblea Nacional (AN), la
cual, según la justicia de los jueces maduristas, está en “desacato”. Su designación
sería nula.
Pero como existe un acuerdo por encimas de las facciones políticas
enfrentadas en Venezuela, el CNE podría ser designado por la AN, como parte del
acuerdo EEUU-Rusia.
Otro paso
Los rusos, que han mantenido su palabra ante los norteamericanos, de
no permitir que sea encarcelado Juan Guaidó y ahora con la puesta en libertad
de Leopoldo López, les toca recibir de manera recíproca cumplimiento a sus
peticiones.
El dirigente del sector radical del chavismo, Freddy Bernal lo admitía
en el programa de televisión de Vladimir Villegas. Bernal explicó que no pueden meter preso a Guaidó, porque deben
mantener la paz. Una explicación dirigida a sus seguidores. Aunque esto es
orden de los rusos, por solicitud de los norteamericanos.
Rusia desea permanecer en Venezuela, por lo menos a través de Rosneft,
la petrolera que controla Igor Sechin y que ha hecho préstamos al régimen
madurista, así como también ha recibido concesiones petroleras en la Faja del
Orinoco y en el estado Zulia.
Todas esas inversiones y
negociaciones, hasta ahora son ilegales o nulas para la República, ya que no
han sido aprobadas por la AN.
Putin ha concedido exigencias de Trump, ha hecho que Maduro libere el
dólar en Venezuela, hizo que abriera el canal humanitario, lo ha convencido de que deben ir a unas nuevas elecciones, por lo que
prearan a Héctor Rodríguez como el sucesor del madurismo.
Ahora le tienen cumplir a Putin. Por eso Maduro no ha cedido, pues
mantenerlo en Miraflores, es la única garantía que tienen los rusos.
A pesar que Juan Guaidó ha dicho en los medios que se respetarán los activos
y deudas con Rusia, una declaración de prensa no es suficiente. Para los rusos es necesario que la AN, en
un acuerdo, apruebe o de garantías de alguna manera, de que están seguros
en una transición.
El nuevo CNE
El problema que se presenta en lo interno del régimen, es que si la AN
llegara a alcanzar un acuerdo para aprobar los activos y deudas de Rusia, y eso
fuese aceptado así, entonces la AN
estaría de inmediato fuera del “desacato” y eso la habilitaría para
designar un nuevo CNE que el régimen madurista tendría que aceptar de manera
obligada.
Por supuesto que el sector radical del chavismo, que compite
internamente contra el madurismo y que dirige la Asamblea Nacional
Constituyente (ANC), querrá boicotear esa acción, designando por su parte a
rectores del CNE, a menos que existan acuerdos también con este sector.
Acciones militares
Mientras tanto, desde Estados Unidos se continúa con la presión mediática,
los funcionarios Mike Pompeo y John Bolton, dejaron saber que sostenían una
reunión en el Pentágono para estudiar las acciones militares sobre Venezuela,
luego de recalcar que “todas las opciones están sobre la mesa”.
DESACATO |
La AN se mantiene en un “desacato” dictado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que domina el madurismo, por magistrados designados por la AN saliente en 2015. El TSJ fue impuesto así para boicotear las decisiones de la AN controlada por la oposición, hasta quitarles todas sus funciones. Los rusos podrían pedir al TSJ que apruebe sus contratos con el madurismo, pero ante el mundo no tendría validez y menos ante un nuevo probable nuevo gobierno. |
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