La crisis política de Venezuela se mezcla con los peores casos de corrupción que mantienen la crisis estancada, sin posibilidades de avances en su solución
En Efectivo.- Tanto en el sector extremista del régimen
chavista/madurista, como en el de la oposición, existen coincidencias, una
de las que más ha tenido promoción y se fomenta en redes sociales, es la de una
intervención militar extranjera en Venezuela, que según expertos militares
norteamericanos, derivaría en una crisis peor que la actual, llegando a una
guerra no convencional.
Pero quiénes son los que promueven esto.
Sectores económicos poderosos, ligados a la corrupción con el chavismo, promueven la intervención militar para evitar que el orden y la justicia regresen a Venezuela |
Por una parte, en el chavismo, el sector radical que está seriamente
comprometido con crímenes, señalado de actividades de narcotráfico por las
autoridades estadounidenses, con acusaciones sobre violación de Derechos
Humanos, utiliza la campaña de la
intervención para promover la cohesión y unidad en las filas del régimen.
En esa facción se dice “si va preso uno, vamos todos”, “si va a morir
uno, morimos todos”.
Con gigantescas fortunas en el
extranjero, ese discurso le viene “como anillo al dedo”, les permite mantener
la unidad que evita que el régimen se divida y caiga por implosión,
mientras tanto los testaferros logran mantenerse a salvo, evitando que exista
justicia en el marco del Estado de Derecho.
Es de señalar que allí se
involucran los llamados “boliburgueses”, tales como los “bolichicos” de la
estafa Derwicks y sus relaciones con sectores de los dos bandos políticos.
Cómo salvar lo robado
Es algo similar a lo que ocurre en las filas de los ahora “opositores”
extremos. Grupos económicos alojados en
Miami, que mantuvieron contratos, negociaciones y relaciones financieras con el
gobierno de Hugo Chávez, que por alguna razón cayeron en desgracia y otros
decidieron huir con las fortunas, también desarrollan sus campañas.
Ahora, en vista del colapso del régimen madurista, para estos grupos
económicos, es imprescindible salvaguardar lo robado.
Un ejemplo de ello son los ex banqueros que en 2009, perdieron sus
bancos por la intervención de Hugo Chávez. Los
banqueros ya habían sacado las fortunas, dejando en Venezuela cascarones
vacíos.
Estos bancos recibían fondos de
la Tesorería, cuando Alejandro Andrade “el tuerto”, se encontraba en el cargo.
Una de las entidades, ligada a un medio de comunicación, ofreció a
inversionistas y ahorristas endeudarse en bolívares para obtener bonos de deuda
en dólares, que serían depositados bajo la custodia del banco corresponsal en
el extranjero, en este caso, en Curazao.
Los problemas políticos, por el manejo de la estación de noticias,
hicieron se ofreciera el banco en venta, pero la autoridad bancaria no aprobó
la operación, sabiendo que sería
intervenido, movió los bonos de deuda en su custodia, por un monto de unos 3
mil millones de dólares y le dijo a los ahorristas e inversores que no tenía
nada de ellos.
Los ahorristas e inversores, fueron estafados, quienes quedaron con
deudas en bolívares en el banco local ante las autoridades interventoras, mientras los títulos en divisas eran
transferidos a cuentas en otros países.
Los operadores de esa entidad, “no tuvieron ni un pelo de tontos”.
La campaña
Esos grupos económicos tratan de imponer una corriente política que le
responde a sus intereses, mientras se llevan adelante campañas contra la
dirigencia política de los distintos partidos.
Promover una situación de guerra en Venezuela, haría que una
transición política no llegara con el tiempo y eso haría que la justicia se
hiciera más lejana, en el caso de una investigación a futuro.
El caos, el colapso del país, la destrucción de todas las
instituciones en Venezuela, resulta favorable para los corruptos de todos los
bandos.
CONVENIENCIA |
El Grupo IDEA y algunos “magistrados” de lo que llaman el Tribunal
Supremo de Justicia “en el exilio”, reciben apoyo de sectores económicos que
lograron llevarse fortunas de Venezuela, luego de haber sostenido sendas
relaciones y convenios con el chavismo, hoy promueven una línea dura en redes
sociales, que no acepta que exista algún desenvolvimiento político, que derive
en la reinstauración del Estado de Derecho, que finalmente termine exigiendo
cuentas a los responsables del desastre económico de este país.
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