En vista que Washington no pudo desalojar a Maduro del poder, sin tener que llegar a acuerdos con Rusia, ahora le toca la opción de la negociación
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Dos nuevos personajes del gabinete de Donald Trump entran en escena. Vienen a substituir a los “halcones” que
según el propio presidente estadounidense, querían meterlo en una guerra en
Venezuela, así lo ha declarado públicamente.
Trump ha dicho, “tenemos todas las opciones sobre la mesa”. En Venezuela esto fue interpretado como una
intervención militar, por un sector que está en el exilio y que no controla los
partidos políticos, que se ha declarado contra el voto como solución a la
crisis. En las opciones de Trump, está también lo que mejor sabe hacer:
negociar.
A la próxima reunión del 14 de mayo, a la que asistirá el secretario
de Estado, Mike Pompeo, Trump ha
encomendado al secretario de Energía, Rick Perry, que sabe todo sobre el
petróleo, la materia prima más abundante en Venezuela.
Le acompañará también, el
secretario de Comercio, el multimillonario Wilbur Ross.
Pompeo no lleva a Rusia ningún factor que tenga que ver con militares,
armas o guerras. Va con un experto petrolero y uno comercial.
Wilbur Ross es quien ha desarrollado la agenda proteccionista de
Estados Unidos, bajo el mando de Trump, es especialista en adquisiciones
apalancadas y empresas en dificultades.
El acuerdo EEUU-Rusia
La negociación que se espera finiquite en Rusia, conduciría a una
salida acordada.
Donald Trump desactivó la
opción de la intervención militar, al decir que Rusia no está interesada en
permanecer en Venezuela, sin embargo los rusos mantienen intereses en
materia petrolera en la primera reserva más grande del mundo.
A través de Juan Guaidó, quien se juramentó como presidente encargado
en Venezuela, Trump intentó derrocar al régimen madurista, generando presión en
las fuerzas militares venezolanas, pero esta acción fracasó, la fuerza armada,
sigue leal a Maduro.
La fuerza armada se mantiene en
esa posición, porque es controlada y dirigida por el hombre con más poder en
Venezuela, el ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López, quien
ha logrado ejercer un liderazgo en las tropas.
En secreto
Los acuerdos se vienen llevando a cabo de manera secreta desde hace tiempo.
Nicolás Maduro ha dado muestras de ello, liberó el uso del dólar en las
operaciones de comercio en Venezuela, abrió el canal humanitario y facilitó la
liberación de Leopoldo López, un dirigente político que los norteamericanos han
favorecido desde que Trump llegó a la presidencia.
López fue liberado por un
general que era de confianza de Maduro y jefe del cuerpo de inteligencia,
el mismo ahora fue favorecido por Washington y lo sacaron de la lista de sanciones, se trata de Manuel Cristopher Figuera.
Una semana antes, Maduro liberaba a un estadounidense que estaba preso
en el Sebin.
Los radicales
Dentro del régimen chavista/madurista hay confrontación y el sector
radical se niega a cualquier tipo de negociación. Luego del evento del 30 de
abril, cuando fue liberado Leopoldo López, Maduro volvió a entregar el Sebin al
control de ese grupo, al designar nuevamente al general Gustavo González López
como nuevo jefe.
Desde entonces se ha desatado una ola de persecución contra diputados
de la Asamblea Nacional.
Esa acción ha obligado a Washington a acelerar sus acuerdos con Moscú.
ES EL PETRÓLEO |
Desde el primer momento que comenzó la acción para producir la salida de Nicolás Maduro, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton expresó que es importante para ellos que las empresas norteamericanas vuelven a Venezuela para la producción de petróleo. En Estados Unidos la producción petrolera de esquistos, no está siendo rentable y se encuentra atrapada en una burbuja crediticia que sigue aumentando, por lo que los intereses norteamericanos, según la visión neo mercantilista de Trump, apuntan a la reserva petrolera más grande del mundo. |
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