Son múltiples las facciones que se disputan el poder político y económico en torno al colapso de la sociedad venezolana
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Para el común en Venezuela hay un conflicto entre dos partes, otros,
han emitido calificaciones de todo tipo para referirse a los bandos
enfrentados. La crisis venezolana es un
conjunto de conflictos que se mezclan unos con otros, una especie de guerra
de todos contra todos, comparable con una trama como la de "Juego de Tronos".
Hugo Chávez se involucró con los rusos a través de la compra de
armamento, prácticamente desde el inicio de su gobierno. Las administraciones de gobierno de EEUU de aquellas épocas,
descuidaron a Latinoamérica y los chinos y rusos entraron con mucha
facilidad.
El conflicto de Venezuela se resume en el enfrentamiento interno del
régimen, la rivalidad entre Nicolás
Maduro y Diosdado Cabello, así como de otras facciones de menos poder. El enfrentamiento
entre el chavismo/madurismo en conjunto, contra los partidos de oposición.
El enfrentamiento de sectores que se declaran opositores al régimen chavista/madurista,
pero también se plantan contra los partidos políticos, unos apoyados por grupos
financieros en Estados Unidos y España, que obtuvieron sendos capitales en
medio del saqueo chavista, como los banqueros “caídos en desgracia” en 2009.
El enfrentamiento entre potencias, por el control de los recursos
petroleros y la hegemonía geopolítica, tales como Rusia, China y Estados
Unidos.
De cada conflicto se derivan otros menores.
División en Rusia
Dentro de Rusia, también hay diferencias debido a la crisis
venezolana.
Para Vladimir Putin, presidente de la federación rusa, la situación en
Venezuela es muy compleja. La crisis
económica que atraviesa el régimen madurista es un factor de suma debilidad y
Rusia no tiene como sostener en el tiempo la economía venezolana.
Pero Putin necesita mantener la presión en Venezuela. Si bien puede seguir
con operaciones en Latinoamérica desde Bolivia, Nicaragua y Cuba, su posición
con fines geopolíticos en el país sudamericano es vital, puesto que busca el
equilibrio con la situación tiene planteada EEUU en Ucrania y Crimea.
También existen intereses económicos. Rosneft, la petrolera rusa que
dirige Igor Sechín, tiene concesiones petroleras en Venezuela, ha hecho
inversiones y ha otorgado préstamos que suman más de 10 mil millones de
dólares.
Igor Sechin tiene aspiraciones
presidenciales, su victoria en Venezuela podría darle pase a ser el sucesor de
Putin en 2024. Pero Putin estaría transando con Donald Trump, el presidente
de EEUU, retirarse de Venezuela, facilitar una salida política y acordada, a
cambio que los norteamericanos permitan que Rusia recobre su influencia sobre
Kiev.
Pero lo anterior significa un conflicto adicional, porque allí entra
en juego la OTAN y la Unión Europa, que no querrán quedar por fuera de un acuerdo
con Rusia por Ucrania y Georgia.
Entregar Venezuela, significa que Rosneft pierde, a menos que en los
intereses norteamericanos se incluya permitir a la petrolera rusa participar en
el negocio que aspiran, una vez pudieran tener control sobre el Esequibo y la
Faja del Orinoco y que le urge, porque la explotación del petróleo de
esquistos, es todavía muy costosa.
En próximos días se realizará una nueva reunión entre Mike Pompeo y
Sergei Lavrov, para dar paso a lo que sería el encuentro final entre Trump y
Putin.
LA INTERVENCIÓN MILITAR |
El gobierno de Estados Unidos ha amenazado con “todas las opciones sobre la mesa”, lo que muchos han interpretado como una intervención militar en Venezuela. Rusia ha rechazado la postura norteamericana, aunque se ha tratado de un plan de relaciones públicas que sólo buscaba lograr la rendición de las fuerzas armadas que apoyan a Maduro, el cual ha fracasado hasta ahora. Trump y su equipo han buscado la manera de que caiga el régimen chavista/madurista sin tener que negociar términos por Kiev, con los rusos. |
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