El régimen de Nicolás Maduro representa al hambre, a la pobreza, miseria y a la barbarie contra las empresas, lo que no motiva a reanimar al mercado cambiario libre
En Efectivo.- Luego de 16
años de control cambiario por el chavismo, el cual se fundamentaba en el
encarcelamiento de personas que utilizaran el dólar como medio de pago, el madurismo no tuvo otro remedio que
despenalizar tal actividad, luego que Maduro dilapidó lo último que quedaba en las
reservas internacionales desde 2013.
El año pasado, Maduro implementó un nuevo convenio cambiario que
liberaba a los venezolanos por utilizar divisas. Aumentó la tasa del dólar Dicom a precio del dólar paralelo, autorizó a
los bancos venezolanos a realizar transferencias, recibir remesas, entre otros.
Comenzó así una reforma monetaria. Dirigentes izquierdistas del
chavismo, de visión ortodoxa han criticado el giro.
La mayoría ha visto con escepticismo la ahora implementación de mesas
de cambio en los bancos venezolanos y el comercio con “menudeo”. Por ahora son pocas las agencias de los
bancos privados que se han abierto a la actividad. También existe mucho
temor por el tema de las sanciones de Washington, contra el Banco Central de
Venezuela (BCV).
Aunque las sanciones no tocan las operaciones de los bancos privados,
sólo del Banco de Venezuela que es un banco público y las del BCV. En las
sanciones de Washington se deja claro que se permitirán las remesas entre
particulares.
No hay confianza
El principal problema de este nuevo esquema es que no hay oferta
suficiente de divisas. Los venezolanos
al contrario siguen demandando dólares, porque no hay confianza en la economía
chavista/madurista, luego de más de una década de expropiaciones,
sanciones, persecución, confiscaciones y destrucción del aparato productivo.
Maduro se ha convertido en un factor de inseguridad, de desempleo, Nicolás Maduro es un símbolo de hambre,
miseria y pobreza para los venezolanos. La población sigue huyendo del
país, en vista de que las oportunidades se han hecho muy estrechas y recuperar
ahora la economía no basta con que se
permita a los venezolanos tener dólares.
Las limitaciones en esta apertura las impone el mercado. Sólo los que
están fuera del país envían divisas a sus familiares y la mayoría no lo hace
con este sistema. Las exportaciones de este país están en el piso, un parque
industrial que ha sido prácticamente desmantelado no exporta, y ahora con los
apagones menos, pero el problema se intensifica con la escasez de gasolina.
Por eso las limitaciones persisten, si bien los bancos venezolanos se
van incorporando lentamente al nuevo esquema, no disponen de altas posiciones
en divisas para reanimar el mercado cambiario libre, por lo menos, por ahora.
A lo anterior debe sumarse que Washington ha suspendido el transporte
aéreo con Venezuela desde Estados Unidos, el primer socio comercial de este país.
LA GUERRA INTERNA |
Desde 2014, sectores pragmáticos del chavismo/madurismo preveían la
debacle a ocurrir, tal como en ocasiones lo ha declarado Rafael Ramírez, quien
en 2014 intentó que el control de cambios se flexibilizara porque ya era
insostenible por el Estado. El sector radical del chavismo, que tenía bajo su
control a Cadivi, se negó a tal posibilidad, al punto de reconocer que si el
control de cambios era eliminado, el régimen sería derrocado.
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