La comunidad internacional presiona por una salida electoral y pacífica en Venezuela lo más rápido posible para salir del atolladero
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Los tres partidos políticos con más militantes en Venezuela son Acción
Democrática (AD), Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP), los más capaces en convocar movilizaciones,
en conformar equipos electorales para trabajar en las mesas y conformar un
ejército de testigos, para enfrentar electoralmente al régimen
chavista/madurista.
Las divisiones político partidistas han sido una causa esencial, entre
un catálogo de opciones, sobre las derrotas electorales de la oposición
venezolana. El régimen
chavista/madurista fundamenta su estrategia en controlar los centros
electorales con su maquinaria electoral, la cual se forja con muchos
recursos del Estado, mientras los equipos electorales opositores, son más
difíciles de amalgamar.
Pasó en 2012 y 2013
En las elecciones en que el opositor Henrique Capriles enfrentó a Hugo
Chávez y a Nicolás Maduro, privó el sectarismo político. Como el candidato era
de Primero Justicia, la dirigencia del partido protagonizó y dirigió la mayoría
de las decisiones, lo que impactó duramente en la conformación de equipos
electorales eficientes.
Los otros sectores siempre
elevaron protestas porque el criterio de unidad no existía totalmente en la
práctica, siendo que Capriles había sido electo en primarias. Hasta la
entrega de franelas de la campaña para militantes, era una causa de controversia
entre los cuadros opositores, y no había orden ni liderazgo para evitar los
enfrentamientos internos.
Eso influyó mucho en que los equipos finalmente no pudieran ser
conformados para la totalidad de centros electorales. Un centro electoral dominado totalmente por el chavismo/madurismo,
permitirá que las máquinas y los votos sean manipulados por la maquinaria del
PSUV.
Pasó en las regionales de 2017
En las elecciones regionales de 2017, el dirigente de AD, Henry Ramos
Allup, lanzó su propuesta de participar para elegir gobernadores, al principio
no fue acompañado por PJ y VP, partidos que luego se plegaron y decidieron
hacer elecciones primarias. La mayoría de los candidatos a gobernador, fueron
de AD, lo que desincentivó a los militantes de los otros partidos a votar y a
conformar equipos electorales.
Ramos Allup, igual que Capriles
Radonski, sobre estimaron sus capacidades y pensaron que solos podrían derrotar
al régimen.
La Unidad
Sólo en 2015, usando una tarjeta unitaria que sicológicamente borraba
el sectarismo político entre los principales partidos y con una convocatoria
masiva a votar, se pudo ganar la Asamblea Nacional (AN).
El régimen de Maduro, sobre todo los sectores radicales, no
descansarán, para evitar que se forje una unidad perfecta entre AD, PJ y VP. También
los sectores opositores que ahora se identifican como “derechistas”, que tienen
sólo 4% de aceptación popular y que muchos han salido del chavismo “originario”.
Rumbo a las elecciones
El resto de partidos políticos y sectores opositores no tienen
incidencia electoral, de allí que al no controlar tampoco bastiones
importantes, y no ser parte de quienes toman las decisiones, proponen el
llamado abstencionista.
La crisis venezolana conduce a un proceso electoral, al menos ya la OEA hizo el primer llamado, luego que
la semana pasada se pronunciara por una solución a la crisis por la vía de
elecciones libres, rápidas y transparentes, condiciones que se negocian
entre los factores exógenos y los internos, que se han mezclado en la crisis
venezolana.
AD, PJ y VP, tienen la
capacidad de convertirse en un bastión político que haría valer el 40% de
preferencia que tiene la oposición en conjunto, sobre el 17% que tiene el
régimen chavista/madurista, siempre y cuando logre no sólo condiciones mínimas,
sino articular a un ejército de miembros de mesa, testigos y un masivo llamado
a votar, como ocurrió en 2015.
Sólo un acuerdo en la dirigencia de esos partidos, conduciría a
Venezuela cambios políticos según la visión de la dirigencia de centro y
socialdemócrata, que son los de más preferencia.
El régimen de Maduro presiona en
lo que serían elecciones presidenciales, se incluya también elegir a una nueva
Asamblea Nacional (AN), y este acuerdo lo impulsan principalmente desde la
instancia internacional, con foco principal en EEUU y Rusia.
El candidato opositor
Las principales élites políticas de Venezuela se pusieron en manos de
la comunidad internacional, tanto el chavismo/madurismo como los sectores de
oposición, así que la instancia internacional tiene en sus manos un mayor poder
de decisión y el consenso que se generaliza es el de las elecciones.
En el lado opositor, Ramos Allup no ería candidato presidencial,
además que no goza del respaldo internacional al ser dirigente de la
Internacional Socialista, en un mundo en que están surgiendo regímenes
conservadores. Tampoco es bien visto por
las transnacionales petroleras, dada la experiencia de AD con las compañías,
los sindicatos, la OPEP y la nacionalización del petróleo.
Capriles Radonski tampoco sería una opción, sus dos derrotas ante
Chávez y Maduro no le permiten repetir, puesto que bajo su liderazgo no se pudo
amalgamar a toda la oposición.
Entonces queda la figura de
Leopoldo López, un hombre de Harvard, bien visto por los norteamericanos, aunque
su partido se identifica con la Internacional Socialista, los métodos
reaccionarios de López lo acercan a sectores conservadores. Trump exigió su liberación
desde que asumió la presidencia y hasta ahora, aunque está en la embajada de
España en Venezuela, es quién sería el candidato presidencial de la oposición.
El candidato chavista/madurista
En el régimen chavista/madurista también tienen sus divisiones. Maduro
no será candidato nuevamente, al menos para los chinos y rusos ya no funciona y
tiene que ser relevado. China y Rusia han dejado saber que si la oposición gana
en Venezuela, trabajarían con estos, pero de todos modos impulsan a su propio
relevo.
Diosdado Cabello ha tenido sus
aspiraciones, pero su última reunión en Cuba permitió saber que no tiene posibilidades,
ni el respaldo de China y Rusia para imponerse, así que declina para evitar
una confrontación interna y tendrá que apoyar al candidato de Putin, Héctor
Rodríguez.
Qué viene
Si la oposición logra imponerse una vez se decida cuando se realizarán
las elecciones, la visión socialdemócrata será el signo político, pero tendrá
que aplicar grandes cambios en lo económico y en lo político, además de realizar
grandes concesiones para poder destrabar a Venezuela del atolladero.
Si el régimen chavista/madurista gana, se re legitimaría, porque esas
elecciones serán reconocidas y conducidas por la comunidad internacional, sin
embargo el chavismo tendrá que conducirse por una reforma económica que en
cierto modo ha comenzado Maduro y que haga viable a Venezuela, para mantener el
respaldo económico de China, Rusia y ahora EEUU.