Por Vicente Brito / @vicentejabrito
Las expectativas creadas por los anuncios de algunos voceros oficiales a fines del 2015 y luego con las convocatorias por parte del gobierno a distintos empresarios y algunos gremios para consultas y la elaboración de planes para el arranque de 14 MOTORES ECONOMICOS, crearon una ESPERANZA, de que el modelo seria evaluado y se procedería a modificar algunas de las decisiones tomadas, para lograr reactivar el aparato productivo, hasta se habló de devolver algunas tierras y empresas a sus antiguos propietarios para mejorar su producción y productividad.
Transcurridos seis meses desde estos anuncios, no observamos resultados que demuestren soluciones a las complejidades que nos afectan, lo contrario en estos meses transcurridos, la escasez aumento entre un 10% y 15% así como el costo de vida (inflación) el cual sostiene su carrera ascendente, con una proyección que puede doblar o más a la del 2015.
Lo que si se observa es que el gobierno insiste en sostener el MODELO denominado SOCIALISMO SIGLO XXI, así lo demuestran sus planes de producción sostenido en la cría y agricultura urbana, en los programas aprobados a los consejos comunales y las organizaciones socialistas productivas, que son las que reciben los aportes de dinero y los insumos para la producción agropecuaria, pesca o cualquier otro programa a ser implementado. Ignorando a los productores y empresas privadas, los cuales son los que siguen produciendo lo poco que se obtiene en el país.
La cantidad de empresas en manos del gobierno paralizadas parcial o totalmente, conforman más de la mitad de los distintos sectores de la actividad económica, siendo las responsables de la caída de la producción nacional ya que pasaron de ser buenas productoras y procesadoras de alimentos y otros productos en manos privadas, a solo consumir grandes cantidades de bolívares y dólares para sostener sus infinitas perdidas en manos públicas.
Es incomprensible el empeño gubernamental en no buscar alternativas para ponerlas a producir. Observamos con tristeza como algunos voceros políticos insisten en que sigan en manos públicas, como logro significativo y emblemático del socialismo SIGLO XXl, sin mirar el grave daño que nos causa su paralización y elevadas pérdidas de dinero. Su deterioro y abandono están a la vista haciendo muy difícil la recuperación de muchas de ellas.
La compleja situación que nos afecta se hace evidente en los cuadros de desnutrición creciente que observamos en los caseríos y barrios a lo largo y ancho del país, sobre todo en nuestros niños y ancianos. Donde el 80% de la población no consume las cantidades necesarias de carne o pollo.
La falta de: ALIMENTOS, MEDICINAS, ELECTRODOMESTICOS, RESPUESTOS, etc. son crecientes y sus precios varían día a día, observando que buena parte del parque automotor está paralizado por falta de las piezas o componentes necesarios, así como lo costoso que le son a la mayoría adquirirlos.
Lo más angustiante es el comportamiento que observamos en los responsables de la conducción económica del país, donde de manera constante explican con números en la mano las mejoras obtenidas en el arranque de los motores económicos o en los resultados extraordinarios de tal o cual programa o plan implementado.
Las realidades son otras y las sentimos los consumidores cuando hacemos peregrinajes para obtener tal o cual producto que necesitamos, encontrándonos con la triste realidad que una vez localizados, no pueden ser comprados por no disponer de las cantidades en bolívares para su adquisición.
Venezuela se encuentra ubicada en el mundo como el país con la mayor caída económica continua, con desmejora en su calidad de vida y desarrollo humano donde pasamos en 15 años de estar de los primeros 50 países en ingreso real per cápita, a estar entre los últimos 20 en índices sociales negativos, con caída de 10 veces su ingreso real, ósea que hoy nuestros ingresos reales y capacidad de consumo son el 10% de lo que podíamos adquirir hace 15 anos.
Somos el octavo país productor de petróleo en el mundo y tenemos en nuestro subsuelo las mayores reservas petroleras, minerales y de piedras preciosas de todos los continentes. Por lo que resulta incompresible que los venezolanos estemos plagados de calamidades y penurias, siendo uno de los países mayor dotado de riquezas naturales del mundo.
LA DURA REALIDAD nos indica que lo que anda mal ES EL MODELO.
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