La presión de los acreedores extranjeros en tribunales internacionales, podría meter el conflicto de Venezuela en el terreno judicial, un nuevo campo de batalla aun inexplorado
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
La crisis política venezolana, luego que Juan Guaidó, el presidente
del Parlamento, se juramentara como presidente encargado y Estados Unidos junto
a casi 60 países, reconocieron el
nombramiento, se constituye en un evento sin precedentes en el mundo. Algo
así no había ocurrido.
El problema se ido haciendo cada vez más complejo. Venezuela se encuentra en impago de deuda,
al menos ya ha dejado de pagar en el mercado financiero internacional unos 10
mil millones de dólares, la administración a cargo de Nicolás Maduro, ha
dejado de honrar intereses y capital de bonos de deuda, tanto de la república,
como de Pdvsa.
Y es que así quisiera, ni
siquiera puede hacerlo, por no contar con los recursos y tampoco con los
mecanismos para realizar pagos internacionales.
El gobierno de Estados Unidos ha aplicado sanciones contra
funcionarios públicos, contra el Banco Central de Venezuela, contra Pdvsa y ha
prohibido la comercialización de títulos de deuda venezolanos en el mercado
norteamericano.
Los acreedores se enfrentan ante un evento nunca visto. En vista de
que Nicolás Maduro, quien también se juramentó como presidente ante al Tribunal
Supremo de Justicia (TSJ), alegando haber ganado unas elecciones el pasado 20
de mayo de 2018, y ha sido reconocido por el bloque de China, Rusia, Cuba y
otros países, no es preciso a quien
reclamar los pagos.
Hay ya una demanda de parte del régimen de Maduro, para exigir ante un tribunal norteamericano sobre la directiva de Citgo
Los acreedores se mueven en los
tribunales, pero en Estados Unidos, el Poder Ejecutivo reconoce como gobierno
legal al que preside Juan Guaidó, aunque se trata de un gobierno sin poder
real, al menos dentro de Venezuela por no controlar las fuerzas militares e
instituciones claves.
La prueba podría irse al Poder Judicial. Hay ya una demanda de parte del régimen de Maduro, para exigir ante un
tribunal norteamericano sobre la directiva de Citgo. Juan Guaidó designó
una nueva directiva de la petrolera venezolana en Estados Unidos, con apoyo del
gobierno norteamericano, de modo que la misma no cayera en las sanciones
petroleras.
La directiva que responde a Guaidó, ejecutó un pago de intereses de
los bonos 2020, que comprometen 50% de la compañía. La oposición ha justificado
dicho pago para evitar que tribunales ejecuten un arbitraje que podría hacer
perder este activo de los venezolanos, aunque la renegociación de deuda que
hizo Pdvsa, fue declarada ilegal por no contar con la autorización de la
Asamblea Nacional (AN) en el momento de su canje. Maduro alegó que Pdvsa no necesita
ese tipo de autorización.
El equipo de Guaidó pide
paciencia a los acreedores, en la promesa de cambio de gobierno, mientras estos
ven que ha sido infructuosa toda la operación hasta ahora.
La presidencia de Guaidó
Reclamar el impago al régimen de Maduro, ante tribunales
internacionales, y que estos decidieran a favor de los acreedores, echaría por
tierra todo el proceso de desconocimiento de 60 países, que hasta ahora han
podido establecer la figura de Guaidó, como presidente encargado, en el orden
político, sin inmiscuir algún pronunciamiento legal al respecto.
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