Los bancos corresponsales tratan de limitar, evadir o no realizar operaciones con bancos y usuarios venezolanos por temor de las sanciones del Departamento del Tesoro
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Los bancos venezolanos están teniendo problemas para realizar y
recibir transferencias internacionales desde que el gobierno de Estados Unidos aplicó
sanciones contra el Banco Central de Venezuela (BCV), que ha dejado a esta institución sin posibilidades de utilizar el
sistema financiero internacional para realizar o recibir pagos a través del
sistema SWIFT.
Aunque los bancos privados no son objeto de sanciones, pueden realizar
las operaciones de intercambio, pero cada vez es más complicado para estos
porque los bancos extranjeros que
podrían funcionar como corresponsales, cierran las puertas a la banca
venezolana, hundida ya en una fuerte depresión.
Luego de 16 años de un extremo
control de cambios, que no cumplió su objetivo, que era el de evitar la fuga de
divisas, el régimen chavista/madurista ha quebrado, ha hundido a Venezuela
en la peor situación de pobreza que jamás haya vivido, mientras grupos de ex
banqueros, contratistas y políticos, mantienen gigantescas fortunas en Estados
Unidos y Europa, muchos de ellos actualmente congeladas.
Luego que el régimen de Maduro, obligado por la crisis económica en
que el chavismo hundió a Venezuela, permitió el uso libre del dólar en
Venezuela y quitó la exclusividad del intercambio de divisas al BCV,
autorizando casas de cambio y a los bancos venezolanos, el gobierno estadounidense ahora aplica medidas que mantienen a raya
muchas operaciones.
Los bancos privados ahora manejan un sistema cambiario con una oferta muy limitada, aunque ello obedece a la desconfianza de las personas e inversionistas en Venezuela
Los funcionarios del chavismo están imposibilitados de realizar
operaciones internacionales, pero la crisis venezolana cada vez avanza más y
los ciudadanos comunes comienzan a sentir los efectos de las medidas de presión
de EEUU.
Los bancos privados ahora
manejan un sistema cambiario con una oferta muy limitada, aunque ello
obedece a la desconfianza de las personas e inversionistas en Venezuela. Con operaciones
que pueden tardar varios días en ser ejecutadas o liquidadas y con una
metodología del precio de las divisas, fundado en el promedio ponderado y no
como tradicionalmente se hace en todo el mundo, con el precio de cierre de la
última operación.
Las personas que reciben pagos del extranjero, por trabajo, por
remesas, tienen que vender sus divisas en las mesas de cambio, en la mayoría de
los bancos, en otros pueden realizar transferencias al extranjero, a terceros,
pero los bancos que realizan estas
operaciones corren el riesgo de realizar pagos a cuentas de personas o
instituciones sancionadas por el Departamento del Tesoro, lo que le acarrearía
consecuencias similares.
Los temores de los operadores bancarios se fundan en que las sanciones
son severas y si bien ninguna institución privada venezolana está bajo estas
medidas, los bancos extranjeros son los que tratan de evitar realizar
operaciones con venezolanos, por lo que muchos han decidido suspender cualquier
tipo de operación, incluso las legales.
CRIPTOMONEDAS |
Los venezolanos se han ido volcando al uso de las criptomonedas desde
que existía el férreo control cambiario del chavismo/madurismo. La crisis
obligó a las personas a la compra y venta de bitcoines, a la minería, el mismo
régimen madurista no tuvo más remedio que autorizar el uso de este tipo de forma
de pagos. Con las medidas de sanciones que limitan las operaciones de la banca
privada, los venezolanos continuarán utilizando este recurso para evadir los
efectos de las sanciones en Venezuela.
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