Las sanciones de EEUU sólo tienen efectos de presión, para obligar al régimen madurista a entrar en negociaciones que siempre han burlado y esquivado
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Las sanciones que ha aplicado Estados Unidos a funcionarios del
régimen chavista/madurista, a Pdvsa y al Banco Central de Venezuela (BCV), así
como a otras instituciones estatales, tienen efectos sobre la crisis
venezolana, para un sector son positivas
y deben mantenerse, para otros grupos, deben eliminarse, al menos las que han
producido efectos que han acelerado la crisis general.
Desde el año 2014, Barack Obama, siendo presidente de Estados Unidos,
comenzó a aplicar sanciones puntuales contra funcionarios del régimen, a
políticos y militares. Cinco años más tardes, estas medidas siguen, se han ampliado
y ahora se aplican a instituciones.
Las sanciones contra chavistas y Venezuela, se entienden como un modo
de presión contra el régimen de Maduro. En
principio puede pensarse que son para que derrocar de manera directa al
madurismo, sin embargo, sólo tienen un propósito persuasivo, para obligar al
régimen negociar términos en el cambio de gobierno.
Si se dijera que las sanciones tienen el propósito de derrocar a
Maduro, entonces hasta ahora serían un rotundo fracaso. No es eso lo que
Washington se ha planteado.
Efectos
Las sanciones aplicadas a los funcionarios, de tipo personal, evitan
que estos puedan seguir operando cuentas en bancos extranjeros a nombre propio
y a nombre de Venezuela, tampoco pueden comprar o vender activos en los países en
que están sancionados, ni transferir activos a terceros, afectan a familiares
también.
Es una forma de lucha contra la corrupción. Venezuela recibió al menos 1,1 billones de dólares por renta
petrolera desde que Hugo Chávez llegó al poder y se desaparecieron unos 800 mil
millones de dólares, un monto similar al empleado por Obama para rescatar
el sistema financiero de EEUU, desde 2008 hasta 2014.
Esas sanciones no tienen efectos directos en la población venezolana,
y son bien vistas por algunos sectores opositores ubicados en Miami.
Pero las sanciones personales
tienen un efecto contraproducente. Han obligado al régimen a atornillarse en el
poder, a resistir, aunque hayan tenido que recurrir a la represión criminal,
a la violación de los Derechos Humanos, complicando aun más la situación, allí
siguen en el poder, presionando que se les reconozca lo que EEUU les ha
congelado.
Las sanciones contra Pdvsa y el BCV, si tienen efectos en la
población. Se puede decir que unos efectos positivos y otros negativos.
Lo malo
Pdvsa, que ya venía con grandes problemas económicos y de producción,
luego de las sanciones en febrero de 2019, se ha desplomado en su capacidad
productiva, lo que ha incidido en una caída de distribución de gasolina a todo
el país, con un fuerte racionamiento, gigantescas colas y el surgimiento de un
negocio de reventa de combustibles por encima de las tasas internacionales.
La escasez de gasolina está
afectando con mucha fuerza la capacidad productiva en los campos venezolanos,
la cual ya estaba muy reducida, pero
ahora ha empeorado. Los productores agrícolas no pueden surtir las bombas
de agua para riegos, tampoco pueden trasladar sus cosechas de lugares intrincados
y esto se suma a la crisis económica ya establecida.
No sólo porque los rubros agrícolas comienzan a desaparecer de los
mercados, sino que los productores empiezan a perder el único sustento que
tenían.
Lo bueno
La escasez de gasolina se combina con las sanciones al BCV, en la
crisis venezolana, producto de las distorsiones que el chavismo produjo. Ahora el BCV no puede seguir prestando
dinero a Pdvsa para cubrir pérdidas por gasolina, al menos desde febrero se
registra un desplome muy fuerte en este marcador.
De 47% que era el agregado monetario por ese concepto, pasó a 4%. Es decir,
el BCV ha dejado de emitir dinero fácil
para dar cobertura a lo que se ha llamado “el subsidio de la gasolina”, que
no era tal, porque al monetizarse la deuda de Pdvsa con el BCV, sólo se
aumentaba la emisión de dinero y esto presionaba al alza la inflación, por lo
que la gasolina finalmente la pagaban todos por igual con el alza de precios,
nunca ha sido subsidiada realmente por el Estado.
Esa disminución en la creación
de dinero fácil, incide en una caída de la velocidad en que se crea dinero, y
esto le resta fuerza a la subida de precios de los bienes y servicios, como
se ha visto en el primer semestre de 2019.
Las sanciones al BCV
Las medidas contra el ente monetario venezolano también tienen efectos
dobles. Por una parte el régimen ha tenido que legalizar el uso del dólar en
Venezuela, y entregar el manejo del ingreso y circulación de divisas a los bancos
privados, lo que obliga a que haya más transparencia y se comience a organizar
un mercado que finalmente se convertirá en el principal o de mayor referencia
en la medida en que tome vida propia.
Se está produciendo una
dolarización de facto, que comienza a enviar señales de cierta estabilidad, al
menos se puede ver en la recuperación del abastecimiento de bienes.
Al mismo tiempo esa medida afecta a quienes prefieren recurrir al
sistema financiero venezolano para la compra o venta de divisas. Los bancos extranjeros no quieren
relacionarse con los bancos venezolanos, lo que produce grandes retrasos en
transferencias internacionales, además que la banca venezolana, ahora con
control absoluto de este sistema, también comete abusos contra los usuarios,
según denuncias que comienzan a surgir.
El debate político
En la oposición hay un grupo mayoritario, que es el que apoya a Juan
Guaidó a través de los distintos partidos políticos, que apoya las sanciones,
sin embargo, hay un sector opositor que no necesariamente apoya a Guaidó que no
está de acuerdo con estas y alega que las mismas no han funcionado.
También un sector opositor de visión radical, señala a los otros, de
exigir que Washington retire las sanciones, tal como lo exige el régimen en las
negociaciones, como parte del intercambio que se produce para lograr la salida
a la crisis.
EEUU usa las sanciones como
método de presión, no porque un sector opositor determinado las solicite u otro
las rechace.
Para los norteamericanos ha
sido esencial hasta ahora mantener a Maduro en el poder de manera precaria,
puesto que las negociaciones de EEUU, China y Rusia, son complejas, en cuanto
al destino de la primera reserva petrolera del mundo y ahora la que se perfila
sería la segunda, la cuenca Guyana-Surinam.
Venezuela se encuentra débil, sin instituciones que realmente puedan
defenderla producto del colapso general del país. Las sanciones de EEUU han
sido buenas por un lado y dañinas por otro, eso es relativo. Mientras Maduro esté en el poder, imposibilitado de defender a
Venezuela, los intereses extranjeros tienen una situación más cómoda para
imponerse, distinto si hubiese un gobierno democrático y con instituciones
eficientes y una postura nacionalista real.
Exenciones
En medio del caos, se puede observar como Rosneft, la petrolera rusa,
puede seguir llevándose petróleo de Venezuela, goza de una licencia del
Departamento del Tesoro de EEUU para ello, el alegato de los rusos es que el
petróleo que se llevan es porque están cobrando las deudas del régimen y como
no hay pagos en efectivo, entonces no hay violación de sanciones.
Lo mismo ocurre con Cuba, que
sigue llevando petróleo y técnicamente no viola las sanciones porque sus pagos
a Venezuela son con “médicos cubanos” y no con efectivo, por lo que no
tiene que usar el sistema financiero internacional.
Las empresas norteamericanas petroleras que todavía operan con Pdvsa,
tienen exenciones hasta el 27 de julio. Si el Departamento del Tesoro no las
extiende, deberán salir de Venezuela. Si ello ocurriera, es altamente probable
que Pdvsa asuma las operaciones de Chevron y las empresas de servicios, de la
mano de los chinos y rusos, EEUU se retiraría totalmente de Venezuela en
materia petrolera.
Pero hay negociaciones de muy
alto nivel en curso, como el reconocimiento de la deuda de Venezuela con China
y Rusia por parte de los sectores de oposición, la cual se reestructura en el
Club de París. Un paso importante en la resolución de la crisis, porque
esto permitirá abrir otros compases.
EEUU podría extender las exenciones a Chevron y a las otras empresas
de servicio, como un gesto de que en los acuerdos que se están alcanzado, si
esa petrolera se fuera, Venezuela perdería unos 300 mil barriles diarios de
producción, que sería un golpe fuerte contra el régimen madurista. Maduro deberá
cumplir con volver a la Asamblea Nacional (AN), para designar el nuevo Consejo
Nacional Electoral (CNE), para evitarlo.
En el fondo, las sanciones han sido buenas para una cosa y malas para
otras, depende de quién sea el afectado o el beneficiado.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Muchísimas gracias por dejar sus comentarios