Lo bueno y lo malo de las sanciones de EEUU al chavismo y a Venezuela ~ En Efectivo

22 jul 2019

Lo bueno y lo malo de las sanciones de EEUU al chavismo y a Venezuela

Las sanciones de EEUU sólo tienen efectos de presión, para obligar al régimen madurista a entrar en negociaciones que siempre han burlado y esquivado


Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

Las sanciones que ha aplicado Estados Unidos a funcionarios del régimen chavista/madurista, a Pdvsa y al Banco Central de Venezuela (BCV), así como a otras instituciones estatales, tienen efectos sobre la crisis venezolana, para un sector son positivas y deben mantenerse, para otros grupos, deben eliminarse, al menos las que han producido efectos que han acelerado la crisis general.



Desde el año 2014, Barack Obama, siendo presidente de Estados Unidos, comenzó a aplicar sanciones puntuales contra funcionarios del régimen, a políticos y militares. Cinco años más tardes, estas medidas siguen, se han ampliado y ahora se aplican a instituciones.

Las sanciones contra chavistas y Venezuela, se entienden como un modo de presión contra el régimen de Maduro. En principio puede pensarse que son para que derrocar de manera directa al madurismo, sin embargo, sólo tienen un propósito persuasivo, para obligar al régimen negociar términos en el cambio de gobierno.

Si se dijera que las sanciones tienen el propósito de derrocar a Maduro, entonces hasta ahora serían un rotundo fracaso. No es eso lo que Washington se ha planteado.

Efectos

Las sanciones aplicadas a los funcionarios, de tipo personal, evitan que estos puedan seguir operando cuentas en bancos extranjeros a nombre propio y a nombre de Venezuela, tampoco pueden comprar o vender activos en los países en que están sancionados, ni transferir activos a terceros, afectan a familiares también.



Es una forma de lucha contra la corrupción. Venezuela recibió al menos 1,1 billones de dólares por renta petrolera desde que Hugo Chávez llegó al poder y se desaparecieron unos 800 mil millones de dólares, un monto similar al empleado por Obama para rescatar el sistema financiero de EEUU, desde 2008 hasta 2014.

Esas sanciones no tienen efectos directos en la población venezolana, y son bien vistas por algunos sectores opositores ubicados en Miami.

Pero las sanciones personales tienen un efecto contraproducente. Han obligado al régimen a atornillarse en el poder, a resistir, aunque hayan tenido que recurrir a la represión criminal, a la violación de los Derechos Humanos, complicando aun más la situación, allí siguen en el poder, presionando que se les reconozca lo que EEUU les ha congelado.

Las sanciones contra Pdvsa y el BCV, si tienen efectos en la población. Se puede decir que unos efectos positivos y otros negativos.

Lo malo

Pdvsa, que ya venía con grandes problemas económicos y de producción, luego de las sanciones en febrero de 2019, se ha desplomado en su capacidad productiva, lo que ha incidido en una caída de distribución de gasolina a todo el país, con un fuerte racionamiento, gigantescas colas y el surgimiento de un negocio de reventa de combustibles por encima de las tasas internacionales.



La escasez de gasolina está afectando con mucha fuerza la capacidad productiva en los campos venezolanos, la cual ya estaba muy reducida, pero ahora ha empeorado. Los productores agrícolas no pueden surtir las bombas de agua para riegos, tampoco pueden trasladar sus cosechas de lugares intrincados y esto se suma a la crisis económica ya establecida.

No sólo porque los rubros agrícolas comienzan a desaparecer de los mercados, sino que los productores empiezan a perder el único sustento que tenían.

Lo bueno

La escasez de gasolina se combina con las sanciones al BCV, en la crisis venezolana, producto de las distorsiones que el chavismo produjo. Ahora el BCV no puede seguir prestando dinero a Pdvsa para cubrir pérdidas por gasolina, al menos desde febrero se registra un desplome muy fuerte en este marcador.



De 47% que era el agregado monetario por ese concepto, pasó a 4%. Es decir, el BCV ha dejado de emitir dinero fácil para dar cobertura a lo que se ha llamado “el subsidio de la gasolina”, que no era tal, porque al monetizarse la deuda de Pdvsa con el BCV, sólo se aumentaba la emisión de dinero y esto presionaba al alza la inflación, por lo que la gasolina finalmente la pagaban todos por igual con el alza de precios, nunca ha sido subsidiada realmente por el Estado.

Esa disminución en la creación de dinero fácil, incide en una caída de la velocidad en que se crea dinero, y esto le resta fuerza a la subida de precios de los bienes y servicios, como se ha visto en el primer semestre de 2019.

Las sanciones al BCV

Las medidas contra el ente monetario venezolano también tienen efectos dobles. Por una parte el régimen ha tenido que legalizar el uso del dólar en Venezuela, y entregar el manejo del ingreso y circulación de divisas a los bancos privados, lo que obliga a que haya más transparencia y se comience a organizar un mercado que finalmente se convertirá en el principal o de mayor referencia en la medida en que tome vida propia.

Se está produciendo una dolarización de facto, que comienza a enviar señales de cierta estabilidad, al menos se puede ver en la recuperación del abastecimiento de bienes.

Al mismo tiempo esa medida afecta a quienes prefieren recurrir al sistema financiero venezolano para la compra o venta de divisas. Los bancos extranjeros no quieren relacionarse con los bancos venezolanos, lo que produce grandes retrasos en transferencias internacionales, además que la banca venezolana, ahora con control absoluto de este sistema, también comete abusos contra los usuarios, según denuncias que comienzan a surgir.

El debate político

En la oposición hay un grupo mayoritario, que es el que apoya a Juan Guaidó a través de los distintos partidos políticos, que apoya las sanciones, sin embargo, hay un sector opositor que no necesariamente apoya a Guaidó que no está de acuerdo con estas y alega que las mismas no han funcionado.



También un sector opositor de visión radical, señala a los otros, de exigir que Washington retire las sanciones, tal como lo exige el régimen en las negociaciones, como parte del intercambio que se produce para lograr la salida a la crisis.

EEUU usa las sanciones como método de presión, no porque un sector opositor determinado las solicite u otro las rechace.

Para los norteamericanos ha sido esencial hasta ahora mantener a Maduro en el poder de manera precaria, puesto que las negociaciones de EEUU, China y Rusia, son complejas, en cuanto al destino de la primera reserva petrolera del mundo y ahora la que se perfila sería la segunda, la cuenca Guyana-Surinam.

Venezuela se encuentra débil, sin instituciones que realmente puedan defenderla producto del colapso general del país. Las sanciones de EEUU han sido buenas por un lado y dañinas por otro, eso es relativo. Mientras Maduro esté en el poder, imposibilitado de defender a Venezuela, los intereses extranjeros tienen una situación más cómoda para imponerse, distinto si hubiese un gobierno democrático y con instituciones eficientes y una postura nacionalista real.

Exenciones

En medio del caos, se puede observar como Rosneft, la petrolera rusa, puede seguir llevándose petróleo de Venezuela, goza de una licencia del Departamento del Tesoro de EEUU para ello, el alegato de los rusos es que el petróleo que se llevan es porque están cobrando las deudas del régimen y como no hay pagos en efectivo, entonces no hay violación de sanciones.



Lo mismo ocurre con Cuba, que sigue llevando petróleo y técnicamente no viola las sanciones porque sus pagos a Venezuela son con “médicos cubanos” y no con efectivo, por lo que no tiene que usar el sistema financiero internacional.

Las empresas norteamericanas petroleras que todavía operan con Pdvsa, tienen exenciones hasta el 27 de julio. Si el Departamento del Tesoro no las extiende, deberán salir de Venezuela. Si ello ocurriera, es altamente probable que Pdvsa asuma las operaciones de Chevron y las empresas de servicios, de la mano de los chinos y rusos, EEUU se retiraría totalmente de Venezuela en materia petrolera.

Pero hay negociaciones de muy alto nivel en curso, como el reconocimiento de la deuda de Venezuela con China y Rusia por parte de los sectores de oposición, la cual se reestructura en el Club de París. Un paso importante en la resolución de la crisis, porque esto permitirá abrir otros compases.

EEUU podría extender las exenciones a Chevron y a las otras empresas de servicio, como un gesto de que en los acuerdos que se están alcanzado, si esa petrolera se fuera, Venezuela perdería unos 300 mil barriles diarios de producción, que sería un golpe fuerte contra el régimen madurista. Maduro deberá cumplir con volver a la Asamblea Nacional (AN), para designar el nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), para evitarlo.

En el fondo, las sanciones han sido buenas para una cosa y malas para otras, depende de quién sea el afectado o el beneficiado.

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