Por qué desde 2015 el CNE-chavista no permite que la oposición use una tarjeta unitaria en elecciones

La tarjeta “de la manito”, permitió borrar las fronteras del sectarismo político opositor, lo que le permitió conformar un padrón electoral nacional unificado, robusto y unitario

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

La oposición venezolana ha sufrido cualquier cantidad de derrotas electorales, que atribuye al fraude que de alguna manera ejecuta el Consejo Nacional Electoral (CNE), actualmente controlado por el chavismo/madurismo. Aunque no se han presentado pruebas sobre manipulación de software o la manera en que el régimen infla los votos, en 2015, fue distinto.

Sobre el tema electoral venezolano han surgido muchas teorías, hasta ahora ninguna ha sido confirmada o comprobada, aun se esperan las pruebas de fraude del primer referendo revocatorio, las cuales fueron ofrecidas por Enrique Mendoza en 2004, el ex gobernador de Miranda que lideró ese proceso.

En 2015, cuando se realizó la elección de la Asamblea Nacional (AN), el asunto fue distinto, la oposición ganó con amplia mayoría y asumió el control del Parlamento, obligando al régimen de Maduro a recurrir a la ilegalidad para atacar la institucionalidad del Poder Legislativo.

En esa elección, fue contundente y vital para la oposición el uso de una tarjeta electoral unitaria.

Gracias a que la oposición se conformó en un bloque electoral, llamado la Mesa de la Unidad (MUD), pudo dar una batalla en ese terreno y salir con una contundente victoria.

La tarjeta unitaria fue un factor clave. El hecho que no se utilizara la tarjeta de cada partido político, borró cualquier frontera interna entre los opositores, eliminó el sectarismo político partidista, normal y común en una oposición vario pinta de visiones ideológicas distintas.

Sólo María Corina Machado, prefirió apoyar en algunos circuitos a otros candidatos, fuera de la Unidad, sin la victoria esperada, al contrario, esa acción restó votos a la oposición y facilitó el ingreso de diputados del PSUV por lista. En la mayoría del país, si estuvo apoyando a candidatos de la Unidad.

Es natural que entre los partidos políticos opositores exista competencia, porque eso es parte del ejercicio democrático. Pero enfrentar al régimen chavista/madurista, totalitario y de accionar fascista, requiere de un esfuerzo conjunto, en vista de que el chavismo/madurismo no es un sector democrático, no respeta el Estado de Derecho, ni los Derechos Humanos.

La de la manito

La tarjeta unitaria permitió a la oposición organizar al padrón electoral en 2015. Unir en una sola visión, a un ejército de testigos y establecer contactos con miembros de mesa de postura opositora, fue la otra clave de esa victoria. En ese entonces no se hacía desde la particularidad de cada partido, sino dentro de la visión unitaria, la tarjeta era aquella de la cuña “la de la manito”.

Como el fraude electoral del chavismo, es en los centros electorales y lo ejecuta la maquinaria del PSUV, puesto que el CNE da la ventaja al partido del régimen de tener más testigos y más miembros de mesa en la mayoría de los centros de votación, la Unidad, en aquel entonces, por lograr una maquinaria muy numerosa, pudo neutralizar la capacidad del régimen, para robar o inflar votos.

Un centro electoral que esté controlado totalmente por activistas del PSUV, facilitará el robo de votos. Sin testigos opositores, toman control de la máquina y meten votos masivamente, también votan por los que se abstuvieron, llenando los renglones en blanco en los cuaderno, que dejan quienes prefieren no votar, así el chavismo logra prórrogas que el CNE da al final de la tarde, para completar la operación.

La directiva del CNE no mueve un dedo para robar votos, todo llega consumado al centro de totalizaciones desde cada mesa, los rectores parcializados, sólo hacen la vista a un lado y dicen que todo está bien. No hace falta un hacker para una labor tan sencilla y tradicional en la política venezolana.

La tarjeta unitaria tiene un efecto psicológico al borrar el sectarismo político opositor y esto lo vio el régimen, por eso los principales voceros del chavismo/madurismo, exigieron que la oposición no debía usar más la tarjeta unitaria, y fueron obligados a medirse con sus respectivos partidos políticos, en un proceso de validación, luego en las elecciones regionales y locales, divididos, con los resultados sabidos.