Aunque ha habido un proceso llamado la “puerta giratoria” con los presos políticos, el régimen de Maduro ha tenido que ceder ante exigencias extranjeras
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha certificado a través
del informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle
Bachelet, que el régimen
chavista/madurista ha violado los derechos políticos, económicos, sociales,
sanitarios, culturales, civiles, de los ciudadanos venezolanos.
Unos 7.000 asesinatos extrajudiciales, justifican la conclusión.
El régimen de Nicolás Maduro
continuó con el proceso de liberación de presos políticos, iniciado semanas
atrás, como parte de la agenda propia que el madurismo impone, frente a la
ruta de Juan Guaidó de “cese de la usurpación”, “gobierno de transición” y “elecciones
libres”.
Una juez y un periodista, junto a otros 22 estudiantes, recibieron
libertad plena.
Maduro aplica la receta de los acuerdos no logrados en las fallidas
negociaciones de República Dominicana, que comienza con reformas económicas, permitir
el ingreso de ayuda humanitaria, liberar presos políticos, producir el cambio
del CNE y luego convocar a elecciones con condiciones más transparentes, con
monitoreo internacional.
El régimen de Maduro de alguna
manera aplica recetas de una especie de transición pero a su medida, ante
la imposibilidad de Guaidó de lograr el “cese de la usurpación”.
En el tema de los presos políticos, el chavismo radical, que es el ala
militarista señalada de crímenes atroces, narcotráfico y corrupción, es la que
mantiene el control de las mazmorras, el sector que más presos políticos tiene,
como una forma de mantener rehenes para presionar negociaciones que les permita
lograr impunidad.
Los dos principales sectores
del régimen controlan los cuerpos SEBIN y DGCIM, el primero por los chavistas
radicales y el segundo por el madurismo, con cubanos involucrados.
Entre los presos políticos hay militares que han sido parte de
conspiraciones fallidas, en medio de situaciones oscuras, puesto que en el
enfrentamiento interno, el chavismo radical ha llevado acciones contra el
madurismo, en una confrontación silenciosa por el control del poder.
El chavismo radical, que no entra en los beneficios que EEUU ha ofrecido, realiza nuevos encarcelamientos, en un proceso que se denomina la “puerta giratoria”
En el sector radical temen que Maduro, bajo línea cubana y rusa, termine
negociando términos con los norteamericanos, que signifiquen la entrega de los
sectores ligados a facciones terroristas y del narcotráfico.
El madurismo ha enviado gestos
para dar garantías a negociaciones internacionales, luego de liberar al
norteamericano Joshua Holt y otro más recientemente, con la mediación del
Grupo Boston, ante voceros norteamericanos, sin embargo, el chavismo radical,
que no entra en los beneficios que EEUU ha ofrecido, realiza nuevos
encarcelamientos, en un proceso que se denomina la “puerta giratoria”, unos
salen y otros entran.
Una muestra de esto es que el general Hugo Carvajal, que ha denunciado
a los cubanos involucrados en la FAN, no ha recibido beneficios de parte de
EEUU, mientras el general Manuel Christopher Figuera, por colaborar en la
liberación de Leopoldo López, y respaldar a Juan Guaidó, recibió el beneficio
de que le quitaran las sanciones.
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