Los productores
independientes de petróleo en EEUU, terminarán fallando, porque su actividad se
hace cada vez menos rentable y se hunden en una deuda cuyos precios no ayudan a
pagar
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Los precios del oro, de las criptomonedas y las acciones de empresas
en el mercado bursátil, están en alza, por el contrario, el precio del petróleo
se mantiene en una tendencia bajista iniciada en 2008, luego de alcanzar su
máximo histórico de 147 dólares el barril. Hay una ralentización de la economía
y mucha manipulación en los mercados.
La crisis EEUU-Irán amenaza con sacar a otro país de la OPEP del mercado petrolero mundial |
En el Reino Unido huyen de la
libra esterlina, que se encuentra en sus precios más bajos registrados, la
incertidumbre del Brexit destroza a esa moneda. El euro no para de caer desde
2008, cuando llegó a 1,60 dólares. La crisis de deuda de la zona euro, la
debacle de Grecia, los graves problemas financieros de la banca, la emisión de
dinero y las tasas bajas, son la causa.
La Reserva Federal de Estados Unidos, mantiene la emisión de dinero y
las tasas de interés bajas. Los préstamos baratos facilitan a las compañías
utilizar el crédito para la recompra de acciones, lo que ha hecho subir el
valor de estas en los mercados bursátiles, no
es porque se estén vendiendo más teléfonos, más vehículos u otros bienes, que
hay un alza.
La demanda de petróleo en el mundo se debilita, mientras la oferta
sigue en alza.
La desregulación de la actividad energética tras la llegada de Donald
Trump al poder, ha hecho que los norteamericanos se hayan convertido en uno de
los principales proveedores de petróleo del mundo, incluso ahora luchan por
exportar crudo a China.
Emisión y bajas tasas
El precio del petróleo no reacciona al alza a pesar que varios países
de la OPEP han quedado fuera del mercado, como Libia, Venezuela y ahora Irán. Los norteamericanos aumentan su producción
sobre la base de préstamos baratos, así como hacen las compañías con sus
acciones.
La alta oferta petrolera incide en que el precio se mantenga bajista. La poca rentabilidad de los operadores en
la cuenca Pérmica, hace que dupliquen y tripliquen su producción para tener
cobertura, pero esto al mismo tiempo hace caer los precios.
El petróleo debería costar mucho más, al compararse como otros activos
suben de valor porque los inversores huyen del dinero fiduciario. El oro sube porque los especuladores evaden
al euro, la libra, el yen japonés, el dólar, por su constante emisión y las
bajas tasas de interés. Lo mismo ocurre con las criptomonedas que son de
emisión limitada.
Monedas como la libra esterlina, se siguen hundiendo en los mercados |
El efecto Trump
El petróleo es una contraparte del dólar. Si el dólar se debilita, por
su emisión, por las bajas tasas de interés, el petróleo debería subir y eso no
está ocurriendo, ni siquiera por la caída de otras monedas en el mundo.
La guerra comercial de Estados
Unidos y China, ha estado impactando a la economía global, lo que podría estar
incidiendo en la caída de la demanda de bienes y servicios. La alta
producción petrolera de Rusia, Arabia Saudita y Estados Unidos, podrían estar
saturando los mercados.
El presidente Donald Trump ha estado presionando a la FED para que
vuelva a reducir los tipos, se espera que esa política continúe para finales de
2019. Trump ha logrado que la política
de alza de tasas que traía la FED se revierta, ya que subir más las tasas,
golpeará a los productores de petróleo no convencionales en EEUU, atrapado
en una gigantesca deuda de más de 200 mil millones de dólares.
La manipulación
El mercado petrolero no reacciona. Seguir sacando a los países OPEP
del mercado, es una opción limitada. Los
productores de esquistos, siguen atrapados en un círculo vicioso de aumento de
producción, caída de precios y nuevos préstamos. Para que los préstamos no
afecten a la producción, las tasas entonces tienen que bajar.
Cuánto tiempo podrán sostener ese mecanismo artificial. Bajar las tasas de interés sólo hará que
las deudas se incrementen y para dar cobertura a las mismas se tiene que aumentar
la producción en la cuenca Pérmica, pero si hay países de la OPEP, bombeando
crudo, los precios seguirán cayendo.
Ese esquema tiene un límite y fallará pronto. Las tasas de interés tendrían que llegar a 0% y hasta volverse
negativas como en Japón y Europa, lo que no ha hecho reaccionar a la economías
de esas regiones. En algún momento los precios del petróleo serán tan
bajos, que ya no podrá pagarse préstamos ni siquiera con 0% de interés y menos
sostener la producción de esquistos. Los países OPEP, también pueden acabarse,
aunque el cartel contribuye recortando producción.
El desastre previsto
Si esa tendencia no se corrige pronto y los productores de petróleo de
esquistos terminan colapsando, gran parte de la producción petrolera de EEUU se
va a estropear. Con países de la OPEP,
con sus industrias destruidas, como las de Libia y Venezuela, no habría manera
de dar cobertura a un hipotético colapso de la producción petrolera
norteamericana.
Rusia y Arabia Saudita, así como otros países de la Liga Árabe,
tendrían el foco de la producción petrolera mundial y sin duda alguna el rebote
de los precios sería descomunal, dejando atrás marcas históricas como la de
2008.
Washington mantiene su foco en
Venezuela, donde está la solución a una catástrofe como la prevista. Controlar
la Faja del Orinoco y la cuenca petrolífera de Guyana-Surinam, podría evitar que
el mercado petrolero mundial se vuelva sumamente inestable próximamente, al
tener que sustituir a los productores de esquistos, con producción convencional
en esos países.
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