El caos y colapso de la producción de energía en Venezuela obliga a implementar cambios radicales que en tiempos anteriores serán impensables
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Luego de años de un subsidio extremo de gasolina en Venezuela, el chavismo/madurismo mantuvo los precios
prácticamente en cero, al compararse con los precios de los combustibles en
otros países, ahora no hay gasolina, hay una crisis profunda que mantiene
en vilo a la sociedad venezolana, se suma al colapso de la industria, las
sanciones de EEUU por razones políticas.
En Venezuela hay paradojas en lo económico, iguales a las distorsiones
que el chavismo/madurismo siempre mantuvo, pero que fueron la causa de la
dilapidación y desaparición del ingreso de más de 1,1 billones de dólares desde
que Hugo Chávez fue presidente, mucho más de lo que empleó Barack Obama para
rescatar el sistema financiero del mundo luego de la crisis de 2008.
En las estaciones de servicio del interior del país, se viven
situaciones dantescas. El reclamo,
enfrentamiento entre personas y policías y el comercio ilegal de gasolina, han
hecho que muchos terminen asumiendo un aumento del precio del combustible
muy por encima de la tasa internacional.
Los “pimpineros”, personas que
logran hacerse de la gasolina, revenden a los desesperados conductores, 20
litros en 20 dólares, en otros casos el precio es más alto.
Lo paradójico de todo esto, es que mientras hay un aumento del precio
del combustible, de facto, el precio de los bienes y servicios se ha
estabilizado y en algunos casos ha recortado. Reaparecen los alimentos que estaban desaparecidos en tiempos
anteriores, en mayores ofertas y a precios mejorados.
Los economistas indican que hay
una recesión producida por una medida de encaje legal de 100%, que evita que
los bancos venezolanos otorguen créditos, y esto a su vez reduce el consumo,
también la liberación de precios de los bienes, ha permitido a muchas empresas,
que ahora pueden usar el dólar de manera libre, reponer inventarios y aumentar
la producción en algunos sectores.
Desde el pasado mes de febrero,
Estados Unidos aplicó sanciones a Pdvsa, que impiden que aumente su producción
petrolera y también actuar en el ámbito financiero.
Pdvsa cubría sus pérdidas por gasolina con préstamos del Banco Central
de Venezuela (BCV), entre el BCV y la petrolera producían lo que se llama el
“efecto Cantillón”, que no es otra cosa que crear dinero que era utilizado por
factores privilegiados, tanto en la industria petrolera como en la banca,
cuando este dinero llega al sistema y los ciudadanos comunes lo utilizan, está ya
muy devaluado.
Las pérdidas de Pdvsa se
convertían en inflación porque eran monetizadas por el BCV, durante años
desde que Nelson Merentes era presidente del ente monetario, siempre se ocultó
esa información a los venezolanos.
Actualmente, el hecho que el BCV haya dejado de emitir dinero para
cubrir las pérdidas de Pdvsa está produciendo una nueva situación. Según datos recientes del economista Hermes
Pérez, los préstamos a Pdvsa eran de 47% del total de la liquidez monetaria,
ahora representan sólo 4%.
Quienes utilizan realmente la gasolina, son los que la están pagando
directamente. En la situación anterior, la gasolina la pagaban todos por igual,
ya que las pérdidas de Pdvsa, al ser monetizadas entraban al sistema y se
convertían en inflación, una persona que
no tiene vehículo, paga de manera indirecta la gasolina en los altísimos precios
de los bienes que consume.
Pero lo más indignante, es que al mismo tiempo, esa persona paga las
gigantescas ganancias de quienes contrabandean gasolina a Colombia.
Viene el aumento formal
El régimen de Maduro ha dejado un mensaje claro, quienes compran
gasolina a los revendedores a precios por encima de la tasa internacional, no
necesitan hacer las gigantescas colas para repostar. Esto indica que se empuja la situación a que tarde o temprano se
formalice en Venezuela, el precio del litro de gasolina a la tasa que debe ser.
Lo anterior permitiría a la industria petrolera generar rentabilidad, mantener
puestos de empleos e inversión, que de algún modo está pasando al control de
empresas privadas, como una respuesta para evadir las sanciones. Al mismo tiempo, detener la emisión de
bolívares para cubrir las pérdidas de Pdvsa, detiene el estímulo monetario que
presiona al alza la inflación.
Con el precio a tasa internacional, los venezolanos dejarían de
derrochar gasolina y el contrabando quedaría anulado automáticamente, pero en esto último existen dificultades
aun, puesto que los grupos contrabandistas, tienen nexos con sectores del
chavismo y son los que controlan gran parte de esta operación.
LA GUERRA INTERNA |
El año pasado, el régimen de Maduro intentó aumentar la gasolina a
precio internacional, en una operación que permitiría a los rusos operara la
refinería de Amuay y recibió un ataque con un drone explosivo por parte de los
sectores mafiosos involucrados en estas operaciones, como advertencia, desde
entonces no habló públicamente más del tema, se produjo una manipulación y se
señaló como “chivos expiatorios” a diputados y activistas de la oposición, como
responsables del atentado.
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