Los efectos de las sanciones petroleras se comienzan a sentir en la población, aunque la crisis de producción de gasolina comenzó antes de las medidas de Trump
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Si bien la crisis de producción agrícola en Venezuela comenzó mucho
antes que la caída del precio del petróleo en 2014. Las medidas del régimen
chavista/madurista con la constante emisión del bolívar, cuya moneda ha sido
destruida, además de las políticas de
expropiaciones y ataque contra el sector productor privado, fueron la causa
principal, se suma ahora las sanciones de EEUU.
Venezuela ahora sufre los rigores de las sanciones petroleras, por lo
que no puede comercializar su petróleo extra pesado con el cliente más
confiable que tenía, Estados Unidos. Además tampoco puede seguir importando
componentes para fabricar gasolina.
La escasez de gasolina ahora se
convierte en un factor que se suma a la profunda crisis recesiva. En un
reportaje del New York Times, se muestra como en Pueblo Llano, uno de los
pueblos más productivos de este país, en el estado Mérida, las cosechas se han
paralizado.
Pueblo Llano produce al menos
60% de la papa y la zanahoria que se consume en Venezuela. La escasez de
gasolina ahora golpea a los pocos productores que habían logrado sobrevivir a
la crisis provocada por las políticas del chavismo, aquellas que aplicó Elías
Jaua cuando fue ministro de Agricultura, que sólo produjo la destrucción de los
campos.
El régimen de Maduro no tiene capacidad para importar de manera directa, mientras las empresas privadas van ocupando este espacio
El gobierno norteamericano
aplica las sanciones con el objetivo de producir la caída de Nicolás Maduro,
del poder. Hasta ahora no se la ha logrado el objetivo por esa vía. El
régimen de Maduro sigue manteniendo respaldo de las fuerzas militares, aunque dentro
de las mismas hay malestar generalizado.
Los productores agrícolas necesitan la gasolina para transportar sus
cargas desde sus campos, alimentar las bombas para riego. Ya los productores agrícolas sufrían el encarecimiento de fertilizantes,
venenos, precios controlados, control de transporte de mercancías, escasez de
todo tipo de rubros para la producción, pero ahora sufren un golpe mortal
al faltar la gasolina.
Algunos productores todavía cuentan con camiones para transportar
mercancías al centro del país, usando el diesel, un combustible más abundante y
con menos problemas.
Los productores agrícolas comienzan a abandonar su producción, otros
han sufrido pérdidas de sus cosechas.
El problema se extiende en el
país. Los campos de arroz en Portuguesa, también se comienzan a paralizar,
según reportes de Fedeagro al diario norteamericano, ahora se dispone sólo
de 50% de lo producido en 2018.
El régimen de Maduro no tiene capacidad para importar de manera
directa, mientras las empresas privadas van ocupando este espacio, pero la
demanda de divisas, en vista de que la producción nacional tiene ahora un
problema adicional, sigue en aumento, haciendo que los rubros de consumo
básico, sigan en aumento.
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