Se trata de una crisis severa, compleja e integral entre distintos
sectores que se relacionan uno con otro
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
La crisis política, económica y
social que sufre Venezuela, tiene distintos actores involucrados en una especie
de enfrentamientos de “todos contra todos”. En esto se ha involucrado el factor
extranjero, ese pulso global que existe en el mundo entre el eje de Occidente y
el eje de China y Rusia.
Madurismo vs chavismo
Uno de los aspectos que tiene
mucho peso es el enfrentamiento interno en el oficialismo, entre Nicolás Maduro
y Diosdado Cabello. Aunque el ciudadano común los ve juntos, son enemigos
internos. Los enfrentamientos entre los dos sectores es una de las causas del
marasmo que tiene la actual gestión.
La Asamblea Nacional se ha convertido en el centro del debate nacional |
Entre el madurismo y el chavismo
hay un pulso y la sobrevivencia es la clave. Maduro y Cabello han conspirado
uno contra el otro. Luego de la decisión de Chávez, aquel diciembre de 2012,
quien convocó a sus seguidores a votar por Maduro, la rivalidad surgió. Mediáticamente
se han cuidado muy bien que ese tema no se generalice.
Es una guerra silenciosa en que ha
habido de todo, militares chavistas presos por Maduro, según denuncias de
Rafael Ramírez, detenidos y enjuiiciados por conspirar. Funcionarios leales a
Cabello destituidos. Enfrentamientos por la decisión de aumentar la gasolina a
tasa internacional. El encarcelamiento y liberaciones de presos políticos. Choque
entre “colectivos” del chavismo y fuerzas policiales formales.
Es un tema muy profundo, que
tiene demasiadas vertientes. Desde el chavismo, a partir de 2014 se ha buscado
destruir la popularidad de Maduro y en medio del estremecimiento lo ha logrado.
De muchas acciones se ha servido, de hecho con nexos importantes en factores
radicalizados en la oposición. Sin embargo la caída del madurismo no ha sido
posible, porque el chavismo no tiene acuerdos con otros sectores, ni respaldo
internacional que pueda sostener un hipotético gobierno liderado por Cabello.
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El último incidente fue el
ocurrido en la autopista Francisco Fajardo, cuando comisiones del Sebin
interceptaron una caravana de Maduro. El chavismo necesita del madurismo para
evitar su colapso, aunque esto no significa que no dejan de hacer lo posible
por sustituirlo.
División de la oposición
En la oposición venezolana hay
también problemas. Se disolvió la Mesa de la Unidad (MUD), que fue la fórmula
que le permitió ganar de manera arrolladora la Asamblea Nacional (AN). Luego de
la victoria, cada partido político asumió una agenda distinta para dar salida
al régimen de Maduro. En esa división, se disolvió la victoria y el
chavismo/madurismo reaccionó con todo para evitar caer.
Hay una crisis de liderazgo. Los dirigentes
de un partido político, son incapaces de apoyar a otro dirigente de otro
partido político en caso de haber elecciones primarias, esta división se
refleja en la poca capacidad de la oposición de conformar ejércitos de equipos
electorales para defender votos en mesas y continuar con victorias como la
ocurrida en 2015.
Los diversos dirigentes
opositores se confiaron en los votos obtenidos, al pensar que el
chavismo/madurismo estaba ya derrotado. China, que ha financiado al gobierno,
tuvo la amabilidad de respetar a la AN y garantizó no dar más créditos al
madurismo si estos no eran aprobados y reconocidos por la AN. Disuelta la
Unidad, los chinos se han vuelto a sentar con Maduro.
Actualmente hay un sector
opositor que tiene control de la AN a través de los partidos políticos, es
adversado internamente por un grupo que propone acciones radicales y que
mantiene tutelaje desde el exilio. Un grupo de banqueros que huyó del país en
2009 y que solicitó que fueran incluidos en la Ley de Amnistía, para evadir
cualquier responsabilidad por los fondos de los bancos, dirigen y financian las
operaciones de descrédito contra los diputados en la AN.
China, Rusia y EEUU
En la crisis se involucran tres
potencias del mundo. Los chinos quieren garantías de sus préstamos, pero no
dejan de ver las enormes riquezas de Venezuela y mantienen su apuesta por
permanecer en el país, luego de lograr penetrar casi toda Latinoamérica con
préstamos que para Mike Pompeo, finalmente serán impagables.
China aspira de Venezuela
controlar el sector eléctrico, las empresas básicas de Guayana, el sector
telecomunicaciones y lo más importante, los minerales en el escudo guayanés, el
coltán y el oro.
Rusia ha logrado hacerse de unos
cinco campos petroleros y del sector de gas junto con Italia y España en
acuerdos o negocios con el madurismo. Los rusos aspiran más en materia
petrolera y en el oro del Arco Minero, pues junto con China, la estrategia es
controlar toda la producción de oro.
Estos dos países desarrollan una
estrategia global de acumular reservas de oro, en contra del dólar
estadounidense, en previsión a una debacle de deuda global, el Arco Minero es
una oportunidad para apuntalar ese objetivo.
Todos los negocios y acuerdos que
llevan con el oficialismo se han hecho de manera ilegal, al margen de la Ley,
porque la AN no ha aprobado nada de esto. El madurismo alega que la AN está en
desacato y que todo lo puede aprobar el TSJ.
Actualmente se desarrolla desde
el madurismo y con respaldo del eje chino-ruso, sostenerse al menos hasta 2020,
para que con unas elecciones de la AN, la oposición, que ahora se ha vuelto
abstencionista, pierda la mayoría y así recuperar el control de esa institución
para poder renegociar deuda, aprobar nuevo endeudamiento y llevar adelante el
proceso de entrega de activos de Venezuela a esos países.
EEUU aspira que Guyana logre
apropiarse totalmente del Esequibo, en cuyo mar hay reservas petroleras hasta
ahora de 5 mil millones de barriles de petróleo dulce, allí está Exxon Mobil,
la petrolera estadounidense más grande del mundo, asociada con otra norteamericana
pequeña y una china.
Los norteamericanos esperan que
la Corte Internacional de Justicia (CIJ) falle a favor de Guyana, en el juicio
que se sigue. Recientemente la Armada de Venezuela interceptó dos barcos de
estudios sísmicos contratados por Exxon Mobil, en aguas venezolanas, una acción
tutelada por los rusos, como parte de la tensión entre EEUU y Rusia en la zona.
Además cayó el gobierno de Granger, ficha de los norteamericanos, Guyana entró
en una crisis política que retrasará los planes de las petroleras, lo que da
una oportunidad y tiempo a los rusos y al madurismo para presionar a su favor.
La corrupción y las sanciones
El chavismo/madurismo terminó
convertido en una casta perseguida en el mundo, luego que las autoridades
financieras detectaran uno de los saqueos más grandes de la historia de un país.
Se estima que al menos unos 300 mil millones de dólares han sido robados de Venezuela
producto de la corrupción, aunque hay más capital despilfarrado por toda
América Latina.
El gobierno de EEUU ha logrado
sancionar y capturar a grupos de corruptos, los bancos suizos colaboran con
toda la información requerida al respecto. Este factor ha permitido que muchos
ex funcionarios del chavismo ahora colaboran con las investigaciones, como
testigos protegidos, una situación con efectos políticos en lo interno.
Poder Legislativo vs Poder Ejecutivo
Los dos poderes esenciales se
encuentran en un choque frontal. La Asamblea Nacional desconoce al Poder
Ejecutivo y desde la Presidencia, sobre la base de una sentencia del Tribunal
Supremo de Justicia (TSJ) se ha desconocido desde hace tiempo al Poder
Legislativo.
Rusia y China respaldan al
madurismo, mientras Occidente, encabezado por EEUU a la AN.
Sin embargo los intereses
extranjeros se mezclan en los Poderes Públicos. EEUU respalda a la oposición,
pero su interés es que el Esequibo quede en poder de Guyana, por el control de
los hallazgos petroleros en la zona. Los rusos han movido sus piezas en ese
país y han logrado retrasar los eventos en ese país tras la crisis política
planteada a David Granger.
La población
El pueblo de Venezuela es el
factor que sufre los efectos de la crisis de toda la madeja de conflictos que
hay. Un país en el que las instituciones han sido arrasadas, la crisis
económica se traduce en la peor hiperinflación jamás registrada en América
Latina, junto a una caída de la producción interna, han demolido a la sociedad,
produciendo un colapso general y una emigración masiva de unos tres millones de
habitantes.
La madeja de conflictos se
complementa con la crisis sanitaria en el país, la escasez de alimentos, la falta
de seguridad ciudadana, el desplome de los servicios públicos, la falla del
sistema de transporte público, el desempleo generalizado, la falla del sistema educativo,
la falta de agua potable y gas doméstico, el deterioro de la infraestructura y
el equipamiento urbano, un caos social que desata protestas diarias, reclamo
social e inestabilidad de todo tipo.
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